La mayor parte de mi vida, la pase en un núcleo que por mayoría dominaban las mujeres, tengo pocos primos varones y por cuestiones de tiempo y , distancia no los logro ver como yo quisiera.
Por la vida que lleve, ojo, no me quejo. Pero muchos pensarían que sería un poco afeminado, y ahora a veces soy hasta machista. No me agrada mucho.
Con la vida llena de mujeres empiezas a adorarlas, empiezas a ver que existe algo más que burlarte de ellas por que les llego su primer periodo. Poco a poco las vez de otro modo.
El sueño de toda mi vida era casarme con una de ellas y, culpo a las películas de Hollywood por influenciar en mi mente, y querer compartir mi vida con ella. Llena de caprichos y lujos innecesarios, carajo, es que se ve todo tan bien que la verdad, hasta a ti se te antojaría.
Pero no, no todo es como los directores dicen, ¿Qué pasarían si las películas después del éxito se pasaran a la vida real? Sin duda yo pagaría por ver como continua.
El tiempo y, tal vez la madurez, te enseña que, lo que menos necesitas en tu vida es una princesa o reina. Es igual. Después del glamour y la mala educación sale a relucir la realidad de las cosas. Y cabe mencionar que no hablo de ninguna de mi exparejas, al contrario, las valoro demasiado.
Porque gracias a ellas aprendí, que quiero de verdad. Tal vez nunca lo he encontrado y tal vez nunca lo hare, pero estoy seguro de algo. Ya no quiero una princesa nunca más.
Después de los veintitantos la vida se empieza a complicar. Un buen amigo me dijo que estamos en la etapa que no somos nada. Dejamos de ser estudiantes e iniciamos en la vida adulta. Pero es mentira, porque cada que se nos atora y, doy gracias a la vida… recurrimos a los padres. Pero ese tema seguro será para otro día.
El punto a referir es que después de la universidad, empiezas a ver todo diferente e incluyendo las mujeres, dejas de ver la más bonita y por alguna extraña razón, te empieza a atraer la niña que pasaba las tareas. En mi caso fue algo parecido, ya no importaba si era la más bonita de la cuadra o del antro. Ya no importa nada de eso.
Quieres una mujer, una chica que te apoye todo el día, una fémina para que te regañe si así lo necesitas. Una novia para pasar momentos épicos, ver películas todo el día.
Una compañera que aun después del paso del tiempo, sigas admirando su belleza…intelectual.
GRACIAS.
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